San Bernardo es un Municipio del Departamento de Cundinamarca, ubicado a 108 Kms de la Capital Colombiana, tiene alrededor de 10.670 habitantes, la mayoría residentes en el área rural. Hacia los años 90 se desató una ola de violencia, donde grupos subversivos sembraron el terror en el Municipio, por medio de hostigamientos, combates, muertes y vacunas económicas a los comerciantes, es así como a continuación se describe por medio de fotografías y narrativas parte de los escenarios donde se llevaban a cabo los episodios violentos, específicamente cuando se tomaban el pueblo como manera de demostrar su poder y obtener el dinero de banco que operaba en el pueblo.
Memoria
de una pared
Sus
marcas forjadas con sevicia han sido tapadas exteriormente, pero grabadas para
siempre en sus paredes frías y tácitas, en ellas se refleja el miedo y la
incertidumbre que sentían quienes la habitaban en ese instante, ese mismo
instante donde todo era confuso y posible, hasta la muerte.
Las rejas anunciantes
El
ruido de las rejas se escuchaba, anunciando que el enemigo cerca estaba, todos
guardando silencio y con plegarias elevadas al cielo, buscaban el mejor
refugio, que los librara de este momento.
El eco de la Iglesia
El
eco que encierra la Iglesia, recordaba con desespero ese instante hostil,
recostando mi cabeza en el canto de la abuela, sus oraciones sembraban
esperanza y tranquilidad.
El refugio
No
todas las terrazas son para tomar el sol o un café, realizar asados o disfrutar el
paisaje, ésta terraza, con sus grietas resanadas, grita de vez en cuando miedo,
triunfo, lágrimas y fortaleza, fortaleza de haber logrado visitarla después con
otro propósito más que defenderse.
¡No venimos!
No venimos abrir una cuenta, no venimos a
solicitar un préstamo y mucho menos a solicitar una asesoría, no se hace tanto
ruido para eso, se hace ruido para adivinar la clave, aquella que les dará a
ustedes frustración y a nosotros posición, a eso si venimos!.
El poste
Todo
ha cambiado, nuevas calles, nuevas casas, nuevas personas, pero el sigue ahí,
esperando en que momento puede resguardar a alguien, parece que su misión es
proteger, por eso, era allí donde ellos se escondían, donde miraban a donde
apuntar y
como no perecer, su mejor amigo en momento de acción, el poste.
La muerte
Un
día la muerte escuchó que algo extraño pasaba, puso atención y el sonido
aturdidor le recordaba que su madre estaba muy cerca de allí, corrió para ver
que su madre estuviera a salvo, pero mientras eso ocurría, en el segundo piso,
la muerte se cansó de correr y cayó, cayó a causa del sonido aturdidor.
La calle
Las
rejas se abrieron de nuevo, las personas salieron a la calle, esa misma calle
que durante varios minutos permaneció desolada y con incertidumbre de lo que
podría suceder, huele a esperanza, a solidaridad, pero aún huele a miedo de
volver a sentirse sola.
Comentarios
Publicar un comentario